Las causas más frecuentes son el consumo de fármacos –ácido acetil-salicílico y antiinflamatorios no esteroideos– y la infección por Helicobacter pylori. La endoscopia es el método diagnóstico de elección.
La gastritis es la inflamación de la mucosa gástrica, aguda o crónica. Las formas agudas son las más frecuentes y se deben a agentes irritantes que actúan directamente sobre la mucosa gástrica; o también al estrés.
La úlcera péptica es una pérdida de sustancia por acción del ácido y las pepsinas. Las úlceras duodenales atraviesan mucosa, submucosa y muscularis mucosa del duodeno. Las úlceras gástricas atraviesan la muscularis mucosa del estómago.
Sin olvidarnos de adaptar estas recomendaciones a la sintomatología de cada paciente de manera individualizada, los aspectos más relevantes de la alimentación en el paciente con úlcera péptica serían:
–Hacer pocas comidas al día (3/día) para disminuir el número de estímulos diarios de la secreción de ácido.
–Baja ingesta de leche y derivados.
–Comer despacio, tranquilo y masticando bien los alimentos.
–Dieta equilibrada.
–Evitar alimentos muy condimentados. Así mismo, realizar cocciones suaves, sin abusar de las grasas.
–Controlar y evitar alimentos que aumenten la sintomatología.
–Restringir el consumo de café, té, bebidas de cola y gaseosas y zumos cítricos.